Cañabota - Sevilla, Sevilla

Jose B.

Nos decantamos por el menú confianza (omakase) y fue un absoluto acierto.

Es un menú espectacular, muchísima calidad de producto y cocina.

El servicio es cercano y nos lo hicieron pasar muy bien.

Una de las mejores experiencias que se pueden tener en España.

Juanlu nos aconsejó muy bien en cuanto al vino, y se agradece opciones que no son tan clásicas.

Muy buen nivel en los postres.

¡Volveremos sin duda!

Ángela N. M.

Me regalaron el menú degustación por mi cumpleaños y puedo decir que fue un increíble viaje al fondo del mar. La comida es espectacular. Producto fresco, sabroso y muy original. Destacaría el agua de tomate, primer plato, que despierta tus papilas gustativas. La sopa de langosta, un consomé sustancioso debería ser obligatorio en las visitas. El carabinero más bueno y jugoso que he comido. Los “tallarines” de sepia que venían aderezados con una salsa como de lima, o su espectacular helado de hígado de bacalao, me sorprendieron gratamente. El último pase, creo que era pargo con pimientos, que a priori pareciera sencillo, era una completa delicia. Solo indicar que para mí, el pase entre lo salado y dulce, que dijeron eran para limpiar el paladar, fue demasiado fuerte. Una espuma de ostra acompañada con un zumo de piña y manzana que no me gustó. Opinión personal.
El servicio es impecable. Uno de los chef preguntó primero por intolerancias y gustos, y después los platos se sucedieron con amplias explicaciones sobre cómo comerlos para que la experiencia fuera aún mejor. Amabilídimos todos.
El concepto de su barra alrededor de la cocina y pocas mesas altas, lo dotan de un sitio singular. La cocina está impoluta y se trabaja con un silencio que me sorprendió bastante. Además, si alguien está preocupado por salir con los olores de cocina, puedo confirmar que no.
No es apto para todos los bolsillos, pero sí merece las estrellas, los soles y que por lo menos una vez vayan a probarlo.
El detalle del helado con la velita me pareció tierno y me hizo sentir genial, así que mil gracias!!
Me encantaría volver pronto

Antonio L. S. V. (.

Llevábamos años planteándonos ir a conocer el restaurante y hace unas semanas decidimos reservar. Nos gustó al llegar que el restaurante tuviese la disposición de los "izakaya" japoneses, con una serie de asientos orientados hacia una barra baja que sirve (en dos niveles) de mesa, en el ni el más bajo, para comer y, en su nivel superior, mostrador-mesa de trabajo para la cocina donde se ve permanentemente la elaboración de cada plato. Algunos de su platos tienen notas de sabor que recuerdan también a Japón. Las mesas altas están reservadas para reuniones de entre 2 a 6 personas y no disponen de mesas bajas.
La experiencia cubrió con creces nuestras expectativas. Es realmente llamativa la mezcla de sabores y la explosión que provocan en el paladar cada uno de sus bocados.
Pedimos el menú degustación, tocará más adelante el menú "omakase" además de ir algún otro día con nuestras madres para que lo disfruten.

BERNARDOGR3CO S.

El local es lo que no acompaña al visitar una experiencia gastronómica de una estrella Michelín. Reservamos con mucho tiempo y nos colocaron en la barra con lo cual disfrutas de las maravillas del trabajo ordenado, limpio y metódico pero sufres en exceso el calor de las brasas y en algún momento conato de humo...Los productos y platos excepcionales en su elaboración : las entradas con la sopa de gambas (quizás lo que menos me gustó), las sardinas marinadas excepcionales, el tartar de gambas con caviar exquisito y el mero frito con su espinetta a la brasa el plato que sí o sí te tienes que comer con los dedos entre otros muchos... la verdad es que cuando llegas al final está un poco saturado pero merece la pena el viaje . El servicio verdaderamente impecable. Echas en falta que por el precio del menú no acompañe algun maridaje en algunos platos. Los camareros atentísimos y explicándote cada plato todo en una sinfonía perfecta de servicio y atención... pero el local no acompaña para nada. Hemos visitado otros Michelin y el ambiente recogido, ordenado y...silencioso. Mesas pegadas y pasillo estrecho para trabajo de los camareros. Señores...su estupendo menú necesita otro local y otro ambiente.

Rocio G. F.

Todo muy rico, cenamos un menú omakase según nuestras preferencias. Todo muy rico, el servicio excelente. Lo único el postre, no nos llamó la atención. El resto genial. Volveremos 😃😃

Juan G.

Pocas cosas podemos decir si solo enseñándote los platos ya lo dice todo. Increíble si eres amante del buen pescado, en mi caso comimos en un lugar que le llaman la barra y fue increíble.

Juan T.

El Restaurante Cañabota está situado en la esquina de la calle Orfilia con la calle José Gestoso y al lado de la Hermandad de los Panaderos. Es un Restaurante Estrella Michelin especializado en pescados y mariscos. Abrió en el 2016. Su eslogan es “Cocinamos el Mar, Asamos, Guisamos y Freímos... ni más, ni menos...” En esa frase se condensa el éxito de Cañabota… y además el servicio es exquisito. Ni mas ni menos.

JUAN M. D. R.

Fuimos por un regalo un menú ya preparado. Todo muy bueno gran calidad del pescado y marisco. Muchos platos que en realidad eran tapas, muy elaboradas, presentadas y explicadas. Una gran experiencia sin duda. Destacar aparte el personal, muy atentos y siempre cuidando que no faltará nada